martes, 18 de mayo de 2010

La sorprendente vida del Profesor William Wallace Morris

En contadas ocasiones la historia nos regala personajes geniales, que adquieren el titulo de leyendas en vida por sus incontables contribuciones a la humanidad, elegidos que ayudan a que el mundo progrese a un ritmo mucho mayor de lo normal, como si uno apretara el botón de turbo del family game.
El genio del que vamos a hablar hoy es el Doctor William Wallace Morris Constinton, más conocido como Profesor William Wallace Morris Constinton, el Profesor William Wallace Morris Constinton fue un hombre renacentista con todo lo que eso significa, renacentista porque dominaba varias ramas del arte y de la ciencia y porque como el mismo contó, “me han mandado tantas veces a la concha de mi madre que siento que he nacido mil veces”.
El profesor Morris (vamos, no voy a escribir todo eso cada vez) se alza como uno de los pocos súper hombres que nos regaló la historia, Leonardo Da Vinci, Isaac Newton, Galileo Galilei, Carlín Calvo, Guillermo Andino y Goku, son todos personajes históricos importantísimos e influyentes pero son unos re giles si los comparas con el Profesor William Wallace Morris Constinton (si, esta vez hice copy paste).
La vida de nuestro héroe comenzó en los suburbios de Gwandzaradanasada (los nativos lo pronuncian Wanda Nara) un pequeño pueblo ubicado a kilómetros de Zimbabwe donde el padre del Profesor Morris se dedicaba al contrabando de vergadenegro un poderoso antihistamínico de aplicación oral, el viejo Morris, al contrario de su hijo, era un verdadero mal nacido, con esto me refiero a que fue el único caso conocido de partus interruptus por el anus, donde el infante fue literalmente cagado luego que la madre se haya tomado un litro de actimel en un intento de suicidio infructuoso.
El profesor Morris tuvo así una infancia feliz colmada de aventuras con sus amigos primates de Gwandzaradanasada, hasta que una vez el tío del profesor Morris en un intento por quedarse con el monopolio de vergadenegro se comploto con unas hienas y asesinó sin piedad al padre del profesor Morris clavándole sus garras cuando éste (el padre del profesor Morris) estaba colgando de un acantilado, luego el profesor Morris volvería, ya adulto, para vengar a su padre acompañado de una especie de cerdo y una suricata.
Con el dolor del alma William Wallace Morris Constinton abandono su Gwandzaradanasada natal para recorrer el mundo, vivió aventuras sorprendentes, tantas y tan ricas que seria imposible nombrarlas a todas, fue ninja en Jamaica, cultivo marihuana en Egipto, luchó contra los vietnamitas en el Perú, construyo las pirámides en Tokio y rompió el record de los 100 metros llanos en la casa de Rodolfo Ranni.
Un seductor irresistible, el Profesor Philip Morris, fue conocido como un galán mitológico y un amante incansable, por su cama pasaron las figuras más deseadas de todos los ambientes tanto de la alta sociedad como las chiruzas más mugrosas del conurbano.
En próximas entregas vamos a ahondar en sus inventos, su éxito y también sus momentos más oscuros como su adicción a los alfajores Tatín rancios.

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