“Esta revelación conseguida con las ultimas tecnologías demuestran que no solo tenemos que observar el pasado para comprender el futuro ya que nuestra fisonomía molecular esta aquí presente como hace 30.000 años atrás”;- citó, Juan Carlos Pachungo, Doctor en Fisiocultura Molecular y Profesor de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires.
El PGH e IHGSC internacional (sector público) recogieron el semen de hombres y de cosas parecidas de muchos donantes, pero solo unas pocas de estas muestras fueron estudiadas después realmente. También han sido utilizados clones de ADN de varias bibliotecas la mayoría de las cuales fueron creadas por el Dr. J. Pitter Tosh. Se comunicó de manera informal pero es bien conocido por la comunidad en general, que gran parte del ADN secuenciado provenía de un único donante anónimo de Capital Federal, Argentina, su nombre en clave era Silvio Soldan 443.
Así es como estos muestreos de ADN en Argentina han servido para diagramar un simple mapa genético y así poder intentar descubrir cual es el tan buscado “eslabón perdido”.
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